Acerca del lector, ese blanco móvil
Asun Bernárdez Rodal Desde la antigua invención de la escritura, la palabra escrita ha sido la depositaria y la garante del conocimiento. Esta aseveración puede ser aceptada como válida por lo menos hasta el comienzo del desarrollo de las nuevas tecnologías de la información en nuestro siglo. Sin duda, el prestigio de la cultura escrita ha determinado que el ejercicio crítico se realizase únicamente sobre dos elementos de la comunicación: el emisor y el texto. La historia de la cultura ha sido la historia de los grandes nombres: autores y obras asociados a épocas y estilos, y nada o casi nada que decir acerca de los receptores, lectores o consumidores de esos productos culturales. Pero en los últimos tiempos, la situación ha dado un giro radical: ha llegado el momento en que, propiciada por las investigaciones del público de masas, el lector o receptor ha pasado a ser el punto de mira de disciplinas tan dispares como la psicología social, la semiología, la crítica lit